domingo, 4 de enero de 2009

Pendiente de la creciente de pendientes descendientes


Agarrando los segundos con las uñas, para que no resbalen.
El tiempo es solo una percepción del ser humano, pero no podemos controlar la manera en que interpretamos esa dimensión.
Así perdemos los instantes que valdría la pena resguardar, sometiéndolos al continuo esfuerzo de velar por nuestra felicidad.
La felicidad es lo que vemos desde la ventana de un tren, es el reflejo en un charco cuando corremos, es el segundo que no puedes agarrar ni con las uñas, es lo mundano de lo increible.

0 comentarios: