
No se de quien me enamoré, no se de quien sufrí altercados, ni repentinos arrepentimientos.
He aprendido a no saber, he aprendido a caer y levantarme, para sentir bien lo que soy.
Me preocupo solo por mí emborrachandome de silencios incómodos hasta acomodarlos, silenciando la comodidad.
Llorar es solo un modo de expresión, como lo pueda ser matar al prójimo, pero matar es pecado.
0 comentarios:
Publicar un comentario