sábado, 21 de febrero de 2009

Eternidad líquida


Parece que vive soñando, pero sueña que vive.
Ahoga los recuerdos entre amargos tragos que le recuerdan que sigue vivo y es el dueño de su destino.
Cae rodando cada vez que le arrinconan, se retuerce en su dolor cada vez que intentan ayudarle.
Los estragos del tiempo le hacen conciliar el sueño cuando no se siente triste, encaramando los sentimientos que le llevan a la tierra de Morfeo.
Sus ojos reflejan los infinitos pesares que le atormentan, señal de la eterna desazón, traiciones que no pudo superar.
Nunca nadie supo ayudarle, nunca supo dejarse ayudar, nunca nadie podrá llegar a el...hasta que vuelva a ser humano.

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