jueves, 25 de junio de 2009

Espirales de recuerdo, de dolor, de muerte.


Guardo secretos, escondo silencios. Entorpezco investigaciones cayendo rendido en los lugares adecuados.
Escapo al oriente de la ciudad de los sueños, que se encuentra oculto en la personalidad marcada y diferente de las personas que lo merecen.
No te fíes de nadie que, en el suelo gatee amagando sonrisas.
Intento exprimir los días, escurrir los segundos hasta que la última gota del último apretón me roza la lengua. Entonces habrá llegado el momento, el tiempo se relativizará y cayendo sobre mis manos, moriré.

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