Guárdate de mi piel, Sol de Mayo

Cuento estrellas, vacío el aire de las cuencas de mis ojos, me acerco a la noche del sol, a la vida de lo inerte, al punto más alto del más oscuro agujero.
La sal de tus labios, las áridas yemas de tus dedos, el filo de tus dientes, la punta de tu lengua.
Solo a tu lado, frío del alba, cambio de acera para verme desde enfrente.
El mar me ahoga, pero menos que tu mirada.

Curvas

Suaves caricias que me desvelan, fugaces miradas que me sobrecogen, leves aromas que me desmontan, ténues recuerdos que me atormentan.
Anoche anduve perdido, me iluminaron el camino y desde entonces sigo su rumbo, pero no sabía que la luz la llevaba yo.

Caminos

Obstáculos que se materializan cuando menos lo esperas, resistencia del destino a ser vivido.
Donamos lo que nos sobra y ofrecemos el resto, esperando respuestas de quien no sabe las preguntas.
¿Creceremos en el país de las maravillas por drogarnos tanto como Alicia siendo niños?